¿Por dónde empezar en nuestra nueva etapa como Sénior Freelance (autónomo)?
Esta es una pregunta importante, de cuya respuesta va a depender en buena medida nuestro acierto empresarial.
Es verdad que el camino se hace andando, y por tanto hay que andar con prontitud. Al tiempo, es preciso apuntalar bien la idea que sólo un modelo de negocio que ayude a hacer congruentes y equilibradas las estrategias entre sí y con los objetivos cuantitativos y cualitativos que nos fijemos, tiene altas posibilidades de éxito.
Así que comencemos con buen pié, con determinación, con la convicción de que lo vamos a hacer realidad nuestra deseada vida profesional y económica. Al tiempo, permitamos que nuestro modelo sea supervisado por alguien que pueda enriquecerlo con su experiencia y su visión pragmática y holística del funcinamiento empresarial. Esta es una de las funciones más importantes del Mentor, porque permite garantizar a través del contraste y la aportación de posibilidades, que el importante esfuerzo que vamos a realizar, tiene sentido, altas posibilidades de éxito y que en el día a día vamos a poder contrastar los avances y dificultades para ir “pivotando”, en la terminología actual, vamos a ir variando y ajustando el modelo a la realidad y las necesidades de nuestro mercado.