La palabra en sí ya es hermosa, sonora y espléndida en cuando la pronuncias de viva voz!
Y cuando puedes ponerle rostros humanos, adquiere una dimensión que se acerca, poderosamente, al sentimiento de felicidad compartido!
Esto es lo que percibimos por parte de nuestras personas anfitrionas en nuestra estancia de fin de semana en EntrePatios (Gracias!! Deborah, Erika, Nati, José Daniel. . . ): Quienes, amablemente, junto con otras personas vecinas, nos cedieron sus hogares, aprovechando su tiempo de vacaciones, abriéndonos con confianza sus casas. Y allí, en sus zonas comunes, hemos compartido nuestras experiencias y aprendizajes.
Qué bien, qué placer, profundizar acerca de las comunidades colaborativas cohousing, en un marco idóneo como es EntrePatios, en Usera, Madrid, donde desde hace 4 años reside una comunidad de 17 unidades de convivencia de forma estable.
Tratamos sobre la Escuela de Comunidades Living del Bien Común, organizadora de este encuentro.
De la herramienta «Teatro Foro» que nos compartieron nuestros compañeros venidos desde Canarias, con la que aprendimos a escenificar situaciones de la convivencia para ganar en habilidad de ponerle risa y creatividad a situaciones de la vida cotidiana que lo puedan precisar para encontrar nuevas soluciones y matices a la riqueza de la convivencia.
Hablamos de Salud Mental, con nuestro estimado neuropsicólogo Antolín Yagüe, en el que apreciamos su capacidad para darnos en un par de horas, que era de lo que disponíamos en esta ocasión, un par de técnicas vinculadas a nuestra respiración y creación de imágenes mentales para aprender a sentirnos mejor y a afrontar con más garantías de éxito nuestras dificultades psicológicas y relacionales.
Tratamos de los principios de Sociocracia y Tratamiento de conflictos, para ir «afinando» nuestra orientación en el trabajo interno de nuestro Marco de Convivencia.
Y practicamos la Biodanza, con nuestra querida Beatriz Palomares, didacta de la Escuela de Biodanza Madrid Centro, maravillados con su saber hacer para facilitar la cercanía y cohesión emocional entre las personas del Grupo Humano.
La opinión unánime de las personas que allí compartimos esta experiencia, venidas de diferentes partes de nuestro territorio nacional, fue comprender cómo es posible, con la Generosidad que cada persona es capaz de dar y recibir, construir, en este caso en medio de Madrid, un «Oasis» en palabras de sus residentes, de vitalidad, bienestar, calidad de vida, en mutuo apoyo y respeto a la autonomía y privacidad!
Toda una corroboración de que será un gran paso evolutivo, que nuestras ciudades se vayan componiendo, paulatinamente, de Comunidades Colaborativas de viviendas privativas y servicios comunes, por el bien común!!