Una historia personal sénior

Carme Escales, estupenda periodista de El Periódico de Cataluña, le pareció buena idea que hiciéramos esta entrevista que ella resume con maestría.

Aquí la compartimos contigo como una historia personal, que ojalá pueda serte, junto con muchas otras de tu alrededor, de inspiración en tu propio proceso de desarrollo profesional y personal sénior:

“Consejero, guía, maestro y padrino son los conceptos que la Real Academia Española presenta para dar a entender la palabra mentor. El origen de ese vocablo es un nombre propio: Méntor. El poema épico de la Odisea de Homero explica que Ulises, cuando iba a partir hacia Troya para luchar en la guerra, eligió a una persona de confianza, llamada Méntor, para que cuidase y guiase en todo a su hijo Telémaco. Ya sin acento, mentor es el oficio de personas como Prudencio López (Villena, Alicante, 1959). Él orienta y acompaña la vuelta a empezar laboral de personas en la cincuentena.

–¿Cómo se forma un mentor? Con la experiencia del propio trabajo, en mi caso. He procurado tener presente que solo podía enseñar a otros lo que yo mismo hubiera experimentado.

–¿Y qué ha sido? Empecé a los 15 años lijando cantos como aprendiz en una fábrica de muebles. Luego fui contable en una factoría de zapatos de mi pueblo. Y de ahí me fui a Alicante como vendedor. A los 30 años creé mi propia escuela de vendedores. Me especialicé en comercialización y márketing inmobiliario.

–Se subió a la burbuja.
Viajé durante 12 años por España trabajando para algunas de las promotoras más importantes del país, seleccionando y entrenando a sus equipos comerciales. Luego creé mi propia consultora de márketing inmobiliario, en la que llegamos a trabajar 22 personas. Hasta que llegó la crisis.

–¿Qué hizo entonces? Ayudar a mis clientes promotores a vender sus viviendas, con un servicio añadido que permitía, apoyando la salida profesional y la mejora salarial de potenciales clientes, poder comprarse la vivienda. Así nació mi relación con la labor mentora con profesionales y pequeños empresarios.

–Y creó Séniores Vida Sostenible (www.vidasostenible.info), ¿Qué es?
Hace cuatro años comprendí que con mis 53 años de entonces, y la necesidad de tantas personas de mi edad de encontrar una solución profesional digna o sacar adelante sus pequeñas empresas en esta nueva era, podría serles de mucha utilidad si ponía a su servicio mis conocimientos y experiencia empresariales y comerciales. Uno sabe en su intimidad en qué puede ser especialmente útil a los demás.

–¿Qué es el mentoring?
Es facilitarle al profesional que saque lo mejor de sí mismo y se beneficie de ello, económicamente y en su bienestar. Es un acompañamiento holístico: estás en los momentos buenos y en los de decaimiento, evitas que quede encallado en momentos difíciles. Me llamaron de la Unión Europea como mentor especializado en séniors, me reuní con 60 especialistas más de toda Europa y comprendí el alcance de esta labor en el futuro.

–¿Mentorizar es una salida profesional?
Sí, y muy necesaria. La condición para serlo, a mi juicio, es haber aprendido, practicado, haberte equivocado, haber fracasado, haber remontado y haber superado obstáculos para triunfar. Puedes enseñar, guiar, acompañar a otros, uniendo esa experiencia a conocimientos pedagógicos y tu actitud de servicio predominante.

–¿Qué hace sostenible una vida? En el caso de los séniors, la convicción de estar en la etapa más completa, más profunda y más rica de toda su existencia.

¿El cohousing –habitar con privacidad y autonomía compartiendo servicios comunes– es el geriátrico del futuro? Según algunos expertos, habrá dos opciones que se impondrán en el futuro: la asistencia en domicilio y el cohousing. Lo harán en función de las preferencias personales y los grados de dependencia.

Abrazos de Prudencio